Un caso perdido...

Ustedes saben que el Zorrito Pepe nos llegó una tarde traído por una paseadora de perros que se había enterado que necesitábamos un perro y como venía con una historia muy de Anita la huerfanita, lo recibimos en casa, lo adoptamos. (yo, que soy un desastre y le contesto hasta a los que volantean en la calle (ý acá la amiga Caro no me deja mentir, le digo "no gracias" al de los repasadores, "no gracias" al de los volantes, "no gracias" al de la puerta del local, un encanto salir conmigo por las calles de Once) imaginate si podía dejar a un perrito tan lindo sin hogar...)

LA cosa es que el tipo era re tranquilo, HASTA que un día no sé, entró en celo, recordó su vida pasada o simplemente le dio por ahí y agarró de nuevo la calle por las de él y andá a tenerlo adentro.

He tenido más discusiones con Diegote por este tema que por cualquier otro de nuestra vida en común. TU perro -digo yo- se volvió a escapar, y allá va Diegote al parque a buscarlo y como el perro es terco como una mula, se lo termina trayendo a UPA y le habla y que se yo.

Nuestro perro - dice él-.
Tuyo! - le digo yo -que soy la que lo traje, obvio.

Mi postura es que el perro tiene que hacer vida de perro, ir al parque, olerle el culo a las perras y revolver la basura, así que me lo llevé a darle la antirrábica y cuando se quiere ir, le abro la puerta y lo dejo. De lo contrario tengo que estar paranoica con que la puerta esté cerrada, que los chicos no quieran salir al patio de adelante, etc.

Además, le pusimos una media sombra en la reja y la esquiva, lo atamos y AÚUUUUUUUUUUULLLA hasta enloquecerme, y cuando nada de eso resulta, el tipo intenta irse por la ventana de la habitación de los chicos. Consecuencia: no pasa, se queda trabado ahí con medio cuerpo de cada lado y se lastima!!!

Diegote dice : pero es mi perro, yo no quiero que se vaya!

El argumento contundente fue: OK; te venís vos acá todo el día a hacer guardia en la puerta y además me comprás un aire acondicionado, porque si tengo que vivir con toda la casa cerrada como un búnker con 40 grados de calor, al menos que sea con aire...(él dice que soy prosaica, yo no sé...)

En fin, que el tipo vuelve, ahora que lo dejamos él se va al Parque, se da unas vueltas, y por ahi aparece, rasca la puerta, y cuando le abro va a tomar agua, se come TODA la comida que puede, y despues se echa al lado de mi cama a dormir. Obvio que ronca y se tira pedos, porque ES un impresentable.
El perro de mi marido...

Yo pienso que ya no se va a ir del todo... para qué?

Esto no es todo amigos, ahora tenemos que lidiar con la comunidad de gente del parque que pretenden lo que Diego al principio: que lo encierre. Por qué? Porque el tipo se enganchó con una mina y parece que no deja que nadie se le acerque(nadie se refiere a otros perros, esta gente se relaciona sólo con perros) , entonces ella, no sabe que hacer , así que además de que lo trae cada vez que va para su casa (le queda de paso, y él la sigue) y le dice "ay Zorrito, te tenés que quedar en casa vos", ahora me la mandaron a Silvina (la paseadora que me lo trajo) para que me plantee qué vamos a hacer con él!!!!!!

NADA vamos a hacer! Lo vamos a dejar en paz!!!
y... pero corre a los autos, yo tengo miedo de que lo pisen...
y si, es medio pelotudo - digo yo, la madre-
pero... y si lo castramos?
Perdón?
digo, para que al menos no ande buscando a los otros machos.
....
es que busca a los machos... y... se pelean...

Mirá Silvina, yo no lo voy a atar, ni lo voy a encerrar , ni mucho menos lo voy a castrar!!!! ES un PE-RRO! (cachai la cara de Diego cuando le conté, castrarlo? dijo, porque no se cose la boca ella y me deja de joder?)

No sé, imaginate que para que escriba todo esto, ya es un tema en esta casa, pero yo digo, si el perro vino acá y necesita vivir así, de dónde yo le voy a inculcar una ridículez como que tiene que quedarse adentro de mi casa, salir cuando yo quiero y cagar donde yo quiero y encima de todo... le tienen que interesar las perras que a los paseadores del parque quieren... eso no es vida! Ni siquiera para un perro atorrante y descastado como este.

Y si se va, será que así como nos llegó así se irá.

Recuérdenme todo esto cuando mis hijos quieran ir a bailar...