Y seguimosssssssss
Hace un par de días abrimos con unas amigas un blog nuevo y a raíz de un post que escribí para ese blog, me vino como una catarata de recuerdos.
Quieren saber cómo conocí a mi marido?
Empecé 4to grado en la escuela 39, de Hudson, y él se sentaba en el banco de adelante mío.
Nunca fuimos "novios", pero sí éramos bastante amigos.
A los dos nos gustaba leer, los dos éramos los freaks del grado: él por ser el hijo de la directora (o sea mi suegra) y yo... bueno, por varias cosas...
En 5to o 6to cuando salíamos él -todo un caballero- me llevaba la canasta con los útiles las dos cuadras que teníamos en común.
Ni idea de qué hablaríamos...
Una vez él vino a casa a hacer un trabajo en equipo, las maestras con esas ideas.... Bueno, uno de los pibes del equipo lo empezó a gastar, tanto le dijeron que Diego juntó sus cosas y se fue.
Yo me quedé tan mal! Me parecía que algo debía hacer yo, que era la dueña de casa. Si no les decía nada a los pibes iba a quedar como cómplice del maltrato, pero la verdad es que a mí también me maltrataban, no tenía mucho resto para hacerme la valiente...
Pero tampoco quería que él pensara que yo estaba de acuerdo con que lo traten así.
Se hizo de noche, y yo seguía angustiada, no sabía que hacer, y me largué a llorar.
Mis viejos me escucharon y al final, me preguntaron si no me aliviaría ir a decírselo.
Mmmmmm, qué verguenza! pero a la vez... algo tenía que hacer!
Me acompañó mi mamá, tocamos el timbre ,en la casa de la DIRECTORA, que por suerte no salió a abrir la puerta, no se quien salió.
Lo llamaron, Diego me miró como si un ovni hubiera estacionado en su puerta, y yo atiné a un ... perdoná...yo no quería que te vayas así... y me aguanté de llorar de nuevo.
Él dijo bueno, y fin.
Ahora el guacho dice que no se acuerda!!!!
Pero sí se acuerda de que yo le tiraba del pelo... mmmm, yo no me acuerdo, para mí que me lo dice para hacerme sentir mal...
En la foto arriba a la derecha, soy yo con sweter verde. Abajo a la izquierda (el rubio, si) con sweter rojo, él.
En esa escuela estuve hasta terminar 6to grado.
Despues me cambiaron. Se hicieron demasiado pesadas las "bromas" y los maltratos de mis compañeritos.(a que no adivinan cuál me decía gorda?)
A Diego no lo ví nunca más, hasta los 22 que lo ví de casualidad en una fiesta.
Pero bueno, esa es otra historia, que se las cuento en otro momento...
Pero como si esto fuera poco, usted puede aprovechar - por el mismo precio, obvio- nuestra "revista Drive" impresa al dorso del envase!!!!
Los dejamos con la reflexión de esta sección, que nos parece oportuno citar:
