Hija, tengo que decirte algo...

Una mañana caminábamos con mi papá rumbo a la parada del colectivo para ir a trabajar y de repente:
-Caro, tengo que decirte algo, pero no se si es importante...

Quienes conocen a mi padre y su sentido del humor, pueden imaginarse que me quedé mirandolo con cara de pregunta... tratando de descifrar esos ojillos pequeños a punto de llorar (de risa o de tristeza?), esa seriedad a prueba de cualquier monigotada, ese porte de "soy un tipo muy serio y muy ocupado".

-Qué pasó?

- Bueno... llamó anoche tu novio, dijo que se le murió el cangrejo...
Y no aguantó mas... largó risa, llanto, carcajada, esa risa intermitente que cuadras más tarde resonaba eje eje eje...

-NOOOOOOOOOOOOO, en serio? Yo tambien llorando de risa, no tanto por el pobre "Erni" el cangrejo ermitaño de mi novio, sino porque no podía dejar de imaginar la cara de mi padre en el teléfono mientras el otro desde Córdoba llamaba para contar que se le murió el cangrejo ermitaño!!!!

Creo que recién llegando a puerto madero pude contar la historia de Erni a un asombrado padre que no podía creer los pibes con los que anda la hija.