Reflexiones y homenaje.

Hace un par de días me dejó un mensaje en el blog una persona que en un momento de mi vida fue todo para mí.
Sí si, éramos chicos, y nadie es muy estable cuando tiene 13 0 15 0 19 años (supongo yo).
Pero lo cierto es que pasaron muchísimos años desde que dejamos de vernos y un buen día, aparece este comentario y yo... qué raro! hacía uno o dos días había estado hablando de él...

Cada tanto aparece en mis sueños, y yo que confío en algunos poderes, tengo la certeza de que está bien, o mal, según cómo lo haya visto en el sueño. Como esta vez no vino en un sueño, sino despierta, simplemente no se cuál es su estado hoy en día.

La cosa es que estuve pensando un montón en quién era yo en ese momento, y quién soy ahora.
Supongo que debo haber cambiado un montón, y supongo que en otras cosas soy la misma Sarah Kay de siempre.
Y en parte, si soy la misma Sarah Kay de siempre, es por la forma en que me relacionaba con esa persona.
Hay gente que pasa por nuestra vida y se va así sin más, hay gente que se queda un buen tiempo, o para siempre.
Supongo que todas las personas nos dejan algo.

Esta persona me dejó mucho.

En este momento está sonando en el equipo esta canción, mis hijos se ríen porque la bailo, marido (que sabe, sabe todo) acompaña un poco inquieto el baile.
Por algo pasan las cosas cuando pasan, y si había un día en el que yo necesitaba recordar quién fui y quien soy, ESE DíA fue el día del comentario.

Así que, una vez más no me queda otra que decirte un gracias enorme.