Manu se ganó un premio en la kermese...
Juli juega a... con anteojos...
El otro día cuando estaba por cruzar Monroe, una chica me dio ... el semanario de Berazategui!!!
Yo una vez tuve 13 años...
Si si, y en ese entonces... me gustaba ... MENUDO!!!!
Sí, mucho me gustaba... tanto , tantotanto que me anoté en un concurso (con unas amigas) y bailamos esta canción en el Gran Rex para tratar de ganarnos el gran premio: pasar un día con ellos.
No ganamos claro, pero ahora me doy una ternura...
El de pantalón rojo es Ricky Martin, por si alguien no lo sabía.
Diego trajo un diarito La Razón y en su página de curiosidades, hay esta fotito de una gatita que nació con dos caras... (ay Cosmo! cuando pienso en todo lo que usted podría escribir sobre esto...)
No lo escribí yo, pero me hubiera encantado...
¿Qué sucedería si de pronto todos los hombres empezaran a menstruar cada 28 días, y al mismo tiempo las mujeres dejasen de menstruar?
La respuesta es fácil:
La menstruación se convertiría en un asunto envidiable, elevador del ego, un evento de gran relevancia socio-política.
Los hombres andarían presumiendo cuánto tiempo les dura.
Los niños en las escuelas marcarían sus territorios con su propia sangre, a manera de ritual religioso de madurez y virilidad.
Las cámaras de Diputados y Senadores crearían el Instituto Nacional para la Prevención de las Incomodidades de la Dismenorrea.
Los tampones serían subsidiados, con marcas como 'John Wayne: toallas grandes para hombres grandes', 'Tampones Sylvester Stallone son los más grandes', y 'Joe Namath, toallas ultra delgadas para los hombres de acción'.
Los militares y los fundamentalistas dirían que se llama Menstruación como prueba de que sólo los hombres (MEN) deben pertenecer al ejército.
Los rabinos dirían 'Sin ese poder que sólo los hombres tenemos para limpiar los pecados a través del sangrado mensual, las mujeres se mantienen impuras'.
El Vaticano diría 'Sólo los varones somos capaces de dar nuestra sangre por los pecados de las mujeres'.
Los de izquierda insistirían en que efectivamente las mujeres tienen derecho a la igualdad, y que pueden demostrarlo infligiéndose una herida mensual para probar que son capaces de 'dar su sangre por la revolución'.
Habría en todos los países un Ministro de Asuntos Menstruales.
Los hombres convencerían a las mujeres de que el sexo es mucho mejor 'esos días del mes', y los homofóbicos dirían que las lesbianas son lesbianas porque le tienen pánico a la sangre masculina.
Y, por supuesto, todos los científicos e intelectuales encontrarían teorías fascinantes para justificar los cambios emocionales de los varones en su ciclo menstrual.
Einstein hubiera escrito: '¿Cómo podría una mujer dominar las matemáticas y las medidas del salto cuántico, si no tienen ese don que nos da la capacidad de percibir los fenómenos del universo'
El Papa diría: 'Las mujeres no pueden ser sacerdotisas porque son incapaces de manifestar en su cuerpo la maravilla de la muerte simbólica cada mes.
