Volver a cantar

Hoy me dí cuenta de que hacía un montón que no cantaba.

Cuando Valen era chiquita, cantaba todo el tiempo.
Cuando Julian y Manu eran bebitos, a la hora de la siesta yo me quedaba sola con ellos dos.
Era el único momento del día en que estábamos solitos los tres, entonces (si no dormíamos obvio) yo me paraba delante de ellos y les cantaba las canciones de las manos, de los elefantes, payasos, brujitas, lechuzas, pajaritos, y tooooodo el repertorio. Ellos se reían tanto, festejaban tanto... eran el auditorio perfecto.

No se en qué momento se me atravesó algo en la garganta y no canté más...

Pero, por suerte Juli me pidio que le cante La reina batata, y entonces fue como algo que se aflojó y empezó a fluir, una alegría tan grande!

Así que ahora, canto otra vez, es muy liberador, se los recomiendo.