Muchos de ustedes saben que yo tengo más de una mamá.
Tengo mi mamá-mamá que es Grace, tuve una mamá de regalo que fue Nicki, otra prestada que es Cristina, y también tuve una mamá Mabel
que por esas cosas de la vida es la mamá de mi
hermana tambien.
De mi hermana Natalia, no de mi hermana Ceci.
Bueno, no importa... la verdad es que tambien saben ustedes que mi familia no es lo que se dice una familia tradicional de ravioles los domingos y llamados permanentes.
La cosa es que esta semana que pasó hubiera sido el cumple de Mabel, ella falleció hace unos cuántos años y yo la estuve pensando un rato... y
en eso que estaba mi hermana desempolvó unas fotos viejas que me hicieron lagrimear... claro... la única foto que yo tenía con Mabel, es una en la que ella está de espaldas y a mí no se me ve la cara. Pero ahí aparecio una en la que estamos juntas! Incluso estamos las tres juntas ya que esa señora tan de vestido azul de señora está recontra embarazad
a de Natalia.
Yo me la acuerdo más "juvenil"; era joven, claramente... cuando yo la conocí tendría unos 25/26?
Y usaba unos pantalones pata de elefante, un anorak con piel en los puños y fumaba Pall Mall largos a los que le ponía esos cositos de alambre que mantenían el paquete armado pese a
cualquier bamboleo del bolso enorme y lleno de cosas misteriosas que usaba.
Mabel fue importante para mí por m
uchas cosas, porque me daba los remedios con azúcar para que fueran menos feos, porque me llevaba a su modisto a que me haga vestidos y me llevaba a su peluquero para que me corte el pelo. Era una mamá joven a la que yo veía algunas veces por semana y jugaba a la mamá conmigo y me hacía sentir importante y linda.
Cuando fui más grande y ella ya estaba enferma muchas veces yo iba a contarle mis penas (mis penas con los varones, qué otras penas tiene una a los 16 años?) y ella me aconsejaba y la mitad de las veces confieso que no le entendía... pero cuando pasaron los años y ella ya no
estaba, muchas veces volvía a escuchar sus ideas y ahí sí pude entenderlas.
Hay muchas cosas de Mabel que no recuerdo, pero de las que me acuerdo son todas buenas.
Y ahora tengo unas fotos que me traen de regreso su cara y sus ojos y eso me emociona mucho.
......
Así como no tuve una sola mamá, tampoco tuve un solo papá, ergo tampoco tuve 2 abuelas, sino 4!
El viernes a la noche me llega un mensajito de mi prima Ana que decía "las espero a todas mañana en la inauguración de mi local". Oh sorpresa...
Yo la quiero mucho a Ana, es mi prima, aunque no tenemos una relación muy muy
frecuente... no hablamos una vez por semana, ni siquiera una vez por mes, pero es mi prima y yo la quiero mucho.
La última vez nos vimos en el cementerio... cuando fuimos al homenaje de la abuela Nora que falleció este año en enero. Ahí ella me contó que tenía ganas de tener un local de ropa
, nos quedamos charlando un largo rato sobre las opciones y de qué manera y cuánta plata, etc... ese día ella dijo algo que me impactó "yo me imagino levantando la persiana de mi local, no pasando a buscar la recaudación". Me impactó por la certeza, por la pasión, por las ganas con que lo dijo. Es su sueño, estoy segura.
Así que cuando recibí el mensaje me puse muy contenta y allá fui a estar en la inauguración.
Llegamos qué lindo qué lindo y miro el cartel de la pared y el negocio se llama Syroka miroka...!!!! Catarata de emociones!
Mi abuela Nora (nuestra abuela Nora) era húngara, y nos decía un versito que empezaba así... Syroka miroka ...... y un montón de palabras que no me acuerdo y terminaba
con cuchi cuchi cuchi y unas cosquillitas en el cuello.
Yo tengo como 12 o 13 años más que Ana, así que no fuimos exactamente contemporáneas en el versito... a mis 15 la abuela ya no me decía el Syroka miroka... pero cuando ví esas palabras escritas ahí... cuánta emoción!
Las horas y horas que me pasé escuchando a Nora contandome de cuando ella era chiquita... yo le pedía "contame de cuando eras chiquita" y ella me contaba de Hungría con su nieve y la vendedora de castañas calentitas que le ponía una castaña en cada guante para
que no se le enfríen las manos; del viaje en barco y la gran fiesta que hicieron cuando cruzaron la línea del ecuador; de la Argentina con los cobradores de impuestos a los que Añu le dec
ía que no hablaba castellano, del colegio y cuánto le costó aprender el idioma que era tan diferente, y ella era tan alta que parecía mayor y las maestras se le burlaban... y después cuándo se cansaba yo le decía "contame de cuándo Roberto era chiquito" y así me contaba miles y miles de historias de un tiempo que nunca conocí pero lo guardo como si fuera mío. Y me llevaba a la facultad (ella daba clases en la facultad de ingeniería) y me dejaba mirar por el microscopio e interrumpir a toooodos los ingenieros para preguntar por qué eso se veía así y aquello asá....y me llevaba al teatro todos los domingos y a tomar el te con masas en "una confitería"....
Muchas veces yo siento que no pertenezco a ningún lado, pero por suerte la vida se encarga de mostrarme que no es así.
A Mabel nunca le dije mamá y a Nora nunca le dije abuela...cosas de la vida... pero estén donde estén ahora, sepan que las llevo siempre en mi corazón.